La entidad prestadora de servicios vitales, en adelante denominada EL DESTINO, y la entidad usufructuaria y portadora de los mismos, en adelante denominada LA CRIATURA, acuerdan:

1. EL DESTINO es autor único de LA CRIATURA en cuanto a sus generalidades. Para efectos de yoes específicos y accidentes particulares de esta última, el primero cede los derechos de producción a otras criaturas para que oficien como entidades progenitoras, una vez alcancen tal capacidad.

2. LA CRIATURA podrá seguir atribuyendo a EL DESTINO las propiedades y todopoderes naturalistas, cósmicas, teológicas, etc. que a bien tenga, adorándolo por doquiera y bautizándolo por los nombres que prefiera para denotar sus distintas modalidades sacras (Dios, Madre Naturaleza, Motor Inmóvil, Suerte, Cosmos, Diosa Fortuna, etc.).

3. No obstante lo anterior, EL DESTINO solamente reconocerá hasta un 50% de responsabilidad en caso de padecer LA CRIATURA accidente, calamidad o hecho fortuito.

4. El porcentaje restante será exclusiva responsabilidad de LA CRIATURA, asumiendo esta las consecuencias totales cuando se demuestre, en relación con el acontecimiento, su negligencia, desidia o abuso para con el mismo.

5. LA CRIATURA reconoce a EL DESTINO la facultad de detener todo movimiento cósmico si ella intentare evadir una causa o asunto que implicare su propia felicidad, con el objetivo de que sea EL DESTINO el que discierna por ella. EL DESTINO solamente suspenderá el paro cuando exista la certeza de que el acto de contrición por parte de LA CRIATURA ha tenido lugar y esta ha aceptado reasumir sus funciones y deberes para consigo. Reanudaránse entonces los moveres universales, que seguirán su curso.

Al Santiago Botero indi
 

Enterrado el carnaval parece ser que pasó todavía una comparsa de ñapa.

De la poca gente que creyó verla, hay quienes prefieren no reconocerle estatus carnavalero, asegurando que salió ya muerta la carnestolenda; pero también hay quienes dicen haberla visto desfilar ya desde el mismo martes por la noche, que había estado incluso en el último desfile, que se desvió irreglamentariamente de la ruta oficial para tomar un rumbo clandestino, en cuyo transcurso habría cambiado de vestuario, decorado y demás variantes, logrando así evadir el entierro y ganar la madrugada del miércoles de ceniza pasando por procesión.

Sobre sus detalles técnicos y puesta en escena las diferentes versiones son contradictorias. Los testimonios parecen desvariar en todos los aspectos, excepto en el que parece ser fundamento mismo del montaje: cada integrante presentaba en su frente la ceniza, pero no sólo con la figura tradicional de la crucecita. Los testimonios hablan de una gran variedad de motivos, destacando esvásticas nazis, emes de Macdonals´s, Monsanto y Movistar, chulitos de Nike, las siglas de la FIFA y la BP con las letras igualitas, igual que los logos de Direct Tv, Monsanto otra vez, Mattel, Mtv, Chiquita Brands, Chevron, Kraft, Éxito, Nestlé, Coca Cola, Gillette, Pepsi y Frito Lay, y los isotipos de Adidas y Televisa y Clarín…

Apelando a la vieja fórmula del sincretismo y la autoidolatría, la Iglesia propone la neutralización de la herejía mediante la diversificación de su iconografía para la cuaresma venidera: tanto como la crucecita, la población creyente podrá solicitar su JHS, estrella de belén (o de david, qué diablos) y hasta pescaditos evangélicos.

En comunicados no oficiales se menciona la financiación –clandestina pero solidaria, piadosa y devota –  por parte de las empresas afectadas, de esténciles tergiversadores con motivos juveniles como grupos de rock (sobre todo metaleros, pero no pueden faltar zépelin o kiss, celebremente impíos) y equipos futboleros favoritos. Ahí lo interesante sería ver si pondrían ese material a disposición del clero o actuarían por su cuenta, con su propia curia y ceniza.       

Maldita sensación de deber cumplido.

Como se cansaron de buscar sin encontrarle ninguna nota, arrancaron a tratar de descifrar sus últimas frases y actitudes, luego las no tan últimas, y al final cualquiera de las que se iban acordando. Y así andaban, hilando porqués ante ambas ausencias, la de consumación y la de omisión.

“Omisión la que ahora nos va a tocar hacer”, se dijeron después, cuando a la famosa y ya descartada nota con la propia explicación de la propia conducta le dio por aparecer. “Documento propio mata teoría ajena” recordaron, aprestándose a adoptar la versión oficial.

Pero la misma nota decía que no pretendía ser ni documento oficial, ni verdad suprema; que su función no era descalificar los análisis previos sino presentar otro; que para enseñanza y provecho de la comunidad sirvan así mismo chismes, llantos, susurros, suspiros, gritos, gimoteos, interjecciones, risas y otras tradiciones orales. Que hasta omisiones y silencios suman.  

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